Reflexiones de un neumólogo acerca de los niños prematuros


Conforme avanza la ciencia y la medicina tenemos más niños que sobreviven a un nacimiento antes de tiempo. Antes, la mayoría moría en los primeros momentos o días después de nacer, ahora gracias a mejores técnicas de ventilación mecánica (respiración artificial) y a un mejor entendimiento de lo que les sucede, hay más sobrevivientes afortunadamente.

Sin embargo, muchos padres sufren de una gran angustia por ver los esfuerzos de sus hijos prematuros por sobrevivir y por sentir que no pueden dar la ayuda que ellos quisieran.

Estos niños, siempre heroicos, pueden sufrir de muchas cosas, pero de lo que más sufren, es de problemas respiratorios. Los pulmones son de los órganos que más se tardan en madurar dentro del útero materno y al nacer suelen requerir apoyos respiratorios intensos.
Paradójicamente, requieren oxígeno en grandes cantidades para sobrevivir, y este oxígeno (a esas altas dosis) le hace daño a los pulmones que aún están en fase de rápido desarrollo.

Suelen ser niños que se infectan fácilmente, que les silba el pecho con frecuencia, que aumentan su esfuerzo para respirar en ocasiones y algunas veces el oxígeno de su sangre no llega a la normalidad. Todo esto tiene un gasto de energía enorme que consumen sólo con respirar, en lugar de consumirlo en ganar peso o en otras necesidades, y tampoco ganan la fuerza muscular que necesitan para respirar mejor.

Es muy recomendable escuchar la versión del neumólogo en estas condiciones.
Pequeñas mejorías en la respiración se ven reflejadas en grandes adelantos en la salud general de estos niños y en su calidad de vida así como en la de sus padres.

“Porque respiro, existo”
(Esta frase, que se inventó para mis Blogs como una pasión personal, nunca quedó mejor que para estos niños).


Dr. Pablo Cortés Borrego
Médico especialista en neumología y neumología pediátrica.
Contacto:
Twitter: @Pablo_NeumoDoc.
Email: ndocpcb@yahoo.com.mx
Teléfono: (55)55281412

Extracción manual de la leche


Hola! Les compartimos la tercera y última parte del árticulo sobre lactancia con bebés prematuros que amablemente nuestra querida compañera Nora Goldin escribió para todas ustedes.


Extracción manual de la leche

Casi lista? bueno, ha llegado el momento de que prepares el recipiente donde vas a depositar tú leche. Puede ser una botella o un recipiente con tapa. De preferencia de vidrio o los que te recomienden en el hospital donde se encuentre tu bebé. Esterilizalo y lávate bien tus manos.


Para las primeras veces te recomiendo antes de empezar:
*Visualizar los  movimientos de manipulación de tu pecho que debemos hacernos las mujeres para la detección del cáncer.
*Este ejercicio puedes hacerlo en la regadera mientras te bañas, o poner una compresa calientita en tu pecho unos minutos antes.

Nota: Hazlo primero en un  pecho y luego en el otro, alternando cuando sientas necesario. Puedes iniciar con el que te sientas mas cómoda o con el que este más lleno.


1.-Desnuda tu pecho y colócate frente a un espejo. ( para confirmar que realmente estas recorriendo todo el pecho con tus movimientos y para que logres ver y sentir las parte baja, que normalmente no podemos vernos a nosotras mismas)
Imagina un pecho como dos círculos concentricos. El interior, el más pequeño y de coloración más obscuro, representa la areola y el grande el pecho. 
Utiliza  una o con ambas manos 

2.-Coloca las yemas de tus dedos sobre tu pecho, en la parte más externa, Suavemente comienza a moverlos en ese punto en forma circular. durante unos segundos, percibe como se siente el interior de tu piel.Continúa con este movimiento desplazando tus dedos un poco al lado y repite los círculos  estando pendiente del interior de tu piel, en forma circular recorriendo todo el pecho como si fuera una espiral que va del exterior hacia la areola  Es muy probable que en esta exploración encuentres en algunos puntos bajo tu piel pequeños alvéolos o bolitas llenas de leche y ahí puedes detenerte un ratito mas hasta que sientas que se han desvanecido, siempre son suavidad.

3.-Abre totalmente la palma de tu mano y colócala frente a tu pezón, separa tus dedos y suavemente acerca tu mano a tu pecho, desliza tus dedos, juntandolos hacia el pezón y alarga este movimiento como si tu pezón fuera más largo. Entre más suave, rítmico y superficial sea este movimiento. mejor el resultado. Repite este movimiento unos minutos.

4.-Extiende la palma de tu mano, con tus dedos juntos. Reposa tu mano  extendida totalmente sobre la piel fuera del circulo de tu pecho y deslizala en dirección de tu pezón, haciendo un poco de presión. Puedes hacerlo a dos manos. 
Recorre toda la superficie de tu pecho con este movimiento. Es decir, de los lados al centro, de arriba hacia tu pezón y de abajo hacia tu pezón.

5.-Inclina tu  torso hacia adelante y suavemente sacude tu pecho

6.-Coloca nuevamente la mano cargado tu pecho. Ábrela de tal forma que entre tu dedo pulgar e indice quede una curva como una letra C mayúscula y en el centro de esa C quede tu pezón.  Los otros tres dedos  sostendrán el peso de tu pecho.
La yema de tu pulgar e indice quedarán aproximadamente como a 3 centímetros de la punta de tu pezón, pulgar arriba, indice debajo.Estos serán los puntos de presión donde tu bebé colocará sus labios cuando succione directamente de ti. 
El siguiente movimiento es el de "ordeñar " tu pecho, y es el más importante. Repite ritmicamente este movimiento y lograras sacar la leche. Te sorprenderá ver que puede salpicar en diferentes direcciones y que es de varios orificios de donde sale. Imagina que cuando tu bebé lo haga, el usará el vacío y sacara mucha más leche .No esperes que salga como anuncio de televisión un chorro de leche condensada y blanca -blanca. La coloración generalmente solo nos indica que etapa de producción tienes y recuerda que todas son importantes. Puede variar el color de acuoso, amarillo, blanco. 
El movimiento es así :retrae la mano hacia tus costillas, cierra tu pulgar e indice haciendo presión sin cambiar de posición de tus dedos, procura que tus dedos no se deslicen. Y exprime hacia afuera para liberar la leche que tienes en tu interior.
Repite los pasos girando tu mano para para que logres sacar leche de todos los conductos. Imagina que tus alvéolos son un gran racimo de uvas y con cada movimiento sacarás leche de diferentes puntos.
La compresión se hace con la yema de los dedos presionando ligeramente a unos centímetros del pezón. Observa de no hacer este movimiento en la punta del pezón, juntando casi totalmente la yema de tu dedo indice y pulgar.

Cuando ya no logres sacar leche, alterna los movimientos con el otro pecho y así lograrás obtener mayor cantidad.

Recuerda es un proceso, la práctica y constancia serán determinantes para que logres aumentar increíblemente esa producción tal valiosa para la recuperación de tu bebé. 
Si te es muy complicado, en el punto número 6 puedes usar un tiraleche ya sea eléctrico, doble, sencillo o manual. En caso de que te acomode hacerlo combinando la técnica manual y la eléctrica por favor lee bien el instructivo antes.

Mucha suerte !!!!!

Nora Goldin
Consultora en lactancia
noragoldin@gmail.com