El día de hoy 29 de Junio se celebra el “Día Mundial del Sueño Feliz”, y para ello nos hemos dado a la tarea de escribir un artículo con el tema que nos ocupa, los pequeños que nacieron temprano.
El tema del sueño me parece importantísimo, ya que es uno de los principales cuando tenemos un hijo:
- ¿y el tuyo ya duerme toda la noche? –
- el mío no dormía pero con tres días de dejarlo llorar por la noche santo remedio, y ahora duerme de jalón –
- lo que tiene es que esta embracilado-
- te está manipulando, no lo cargues-
Y así la lista continúa, por esto es importante conocer y entender la evolución del sueño y su importancia antes de tomar la decisión de cómo podemos apoyar a nuestro bebé a que su sueño sea de calidad, y ojo en este articulo no hablamos de “métodos” pues estaríamos hablando de un procedimiento sistemático a seguir para lograr un fin y con los niños esto difícilmente nos da resultado.
El sueño es una actividad reparadora y de gran importancia para la salud de todo ser humano, y cuando hablamos del sueño en bebés prematuros inclusive decimos que este es un “neuroprotector”, es decir, que durante el sueño se llevan a cabo procesos extremadamente importantes como el desarrollo sensorial, especialmente la visión y la audición, preservación de la plasticidad cerebral así como el acomodo de los aprendizajes y desarrollo de la memoria. Para los adultos el sueño es igualmente importante, pues la calidad de este también impacta nuestra memoria y nuestra capacidad de poner atención.
Los ciclos de sueño inician entre la 26 y las 28 semanas de gestación (Stanley y colaboradores 2008) y en esas etapas tempranas (ya que un niño a termino nace entre las 38 y 42 semanas de gestación) el sueño es muy ligero y los ciclos muy cortos, por eso estos chiquitos necesitan un ambiente muy protegido como el que tenían en el vientre de su mamá. No es sino hasta las 30 – 32 semanas de gestación que el niño comienza a tener ciclos de sueño un poco más largos y profundos. Entre las 38 y 40 semanas de gestación el bebé tiene ciclos de sueño y alerta más definidos, los cuales suelen estar relacionados con la alimentación en un principio, es normal que el niño despierte, es un mecanismo de supervivencia normal en los seres humanos, sin embargo la calidad del sueño en el niño está directamente relacionada con su madurez.
Otro factor que es muy importante para garantizar la calidad del sueño es la “auto-regulación” que significa cómo yo me ayudo para conciliar el sueño, como adultos todos hemos desarrollado nuestras propias estrategias, algunos nos acurrucamos en posición fetal, otros vemos la tv hasta quedarnos dormidos y algunos más nos damos un baño de tina cuando no podemos dormir, etc., el niño desarrollará sus propias estrategias si lo ayudamos y lo acompañamos, porque en un principio, y sobre todo si su sistema es inmaduro no tiene todavía esta capacidad de auto-regularse. Para mí no hay mejor ejemplo que una mamá que acuna, contiene, mira y arrulla a su bebé, porque intuitivamente entiende cómo esto lo ayudará a dormir.
Debido a que el sueño es también muy importante y reparador para los adultos, y que nuestra sociedad nos ha impuesto la idea de que un niño bueno es aquel que duerme toda la noche y aquel que despierta es un manipulador, cuando estamos cansados y el bebé despierta en la madrugada esto nos abruma y pensamos que no es normal.
Asegurarse de que la calidad del sueño del niño sea la mejor posible, a través de nuestras conductas intuitivas y naturales como lo son el arrullo, los abrazos, el mecer, cantar y acompañar, será un factor importante que ayudará al niño a desarrollar sus propias estrategias y utilizarlas cuando esté listo para ello, dejarlo llorar e ignorarlo atenta contra su salud emocional y contra su salud física al aumentar los niveles de estrés en su organismo, asimismo dejar llorar a un bebé prematuro lo hace consumir energía y perder calorías.
Nosotros no te recomendamos ningún método, yo en lo personal no creo que exista, tu instinto materno y paterno así como el uso del sentido común es la mejor estrategia, pero no permitas que te engañen, hay quienes dicen hacer “pediatría con sentido común” ¡y de sentido común no tiene nada!
Rosy Mendizabal
St. Mary's Hospital, Londres