EL PARTO POR CESAREA. ¿NECESARIA?

La mujer contemporánea que va a ser madre, tiene mayor control sobre el proceso de la forma de nacimiento de su bebé. Actualmente con los avances en la tecnología, las alternativas para dicho proceso son variadas y muchas mujeres optan por la vía aparentemente menos dolorosa, sometiéndose a cirugías innecesarias o a operaciones cesáreas sin antes haber fundamentado efectivamente que la vía más adecuada para el nacimiento de su bebé es por este procedimiento, habiendo otros tipos de nacimientos que pueden ser más seguros como el parto natural, el parto psicoprofiláctico, el parto en agua, que además pueden disminuir el dolor sin el empleo de la anestesia. 
 
El parto por cesárea es la extracción del bebé y de la placenta (órgano que se encuentra dentro del útero y que conecta a la mamá con su bebé) a través de una incisión que se realiza en el abdomen y en el útero de la mujer. Siendo éste una alternativa en caso que durante el trabajo de parto exista algún impedimento, por el cual, la mujer no pueda realizar la expulsión del bebé por vía vaginal.

Actualmente hay un aumento en la frecuencia del número de cesáreas programadas, y en la mayoría de las veces, sin un motivo fundamentado en forma adecuada que ponga en riesgo la salud del bebé o de la madre para realizarla, sin el adecuado control prenatal, abusando en forma innecesaria de algunos estudios como el ultrasonido, la cardiotocografía en manos poco experimentadas, programando la cesárea en una fecha con un bebé aparentemente maduro y obteniendo un bebé de edad gestacional menor a la esperada, lo que ha provocado una disociación en la relación madre e hijo, rompiendo con la necesidad del apego materno  inmediato, lo que desfavorece el vínculo madre hijo y el pleno desarrollo de las capacidades del bebé al tener un nacimiento prematuro, agresivo y con violencia, lo que no existe cuando  éste se realiza por un parto espontáneo de término en forma natural, suave, y sin intervencionismos innecesarios.

El aumento del número de nacimientos mediante una cesárea se debe a varios factores:

§  El avance en las técnicas quirúrgicas, así como la sofisticación de la tecnología para vigilar a la madre y al bebé durante el procedimiento quirúrgico; lo que le ha dado  un aparente grado  de mayor seguridad, que el que tiene el parto natural.

§  El que los obstetras cada vez estén más convencidos de que el bebé que nace por cesárea es más sano que el que nace de un parto vaginal natural.

§  El acortamiento en los tiempos de atención para el nacimiento de un bebé que es mucho más breve cuando el nacimiento es por cesárea que cuando es mediante un parto vaginal natural.

Yo tengo un objetivo muy claro en la atención de la paciente embarazada, y es que el bebé nazca de la manera menos traumática, y consecuentemente el regreso a casa de un babé y unos papás sanos. Si la evolución clínica del embarazo se desarrolla sin alteraciones y en forma normal, es muy favorable que el parto natural sea la forma menos traumática para el nacimiento del bebé, pero existirán ocasiones en que la madre por algún motivo importante (madre/bebé), durante el trabajo de parto, no pueda parir por vía vaginal, y entonces será una cesárea, el procedimiento menos traumático para el nacimiento del bebé.

Existen razones específicas por las que la cesárea se convierte en la forma más segura para que nazca un bebé. Entre las cuales encontramos:

§  El sufrimiento fetal. Este se refiere a que el bebé sufre dificultades durante el proceso del parto y deberá ser extraído a la brevedad posible. Esta situación la podemos determinar mediante la monitorización clínica de la frecuencia cardiaca fetal, la cual presenta disminución  persistente de la misma y un período más prolongado para recuperar una frecuencia normal y constante.

§  El sangrado vaginal durante los últimos tres meses del embarazo puede indicar que existe un problema con la placenta “placenta previa”, que es el resultado de una implantación por debajo del bebé que puede cubrir parcial o totalmente el cérvix (cuello del útero).

§  Puede surgir otra situación en la que si una placenta situada normalmente se separa antes del nacimiento del bebé “desprendimiento prematuro de placenta”, se interrumpe el flujo de oxígeno y la alimentación, y el bebé no podría  sobrevivir.

§  Existe una posibilidad más y es la que el bebé esté sentado “presentación de nalgas”, o algunas otras posiciones inusuales menos frecuentes. Esta es una situación relativa y será la evaluación cuidadosa  de la condición de la madre  y el bebé por parte del médico, para poder ofrecer un parto natural por vía vaginal en esta situación.

El establecer un adecuado control prenatal lo más temprano posible o inclusive una evaluación de la condición materna pregestacional, sería un arma invaluable en el diagnóstico temprano y tratamiento oportuno de las alteraciones, que podría también ser un factor condicionante de la disminución en la frecuencia de nacimientos por cesárea, en muchos casos innecesarias, y que cada vez en una frecuencia mayor, estos bebés los extraemos con una edad gestacional menor a la esperada “nacer temprano”.

Dr. José Gabino Juárez Guzmán MD.
Gineco-Obstetra.
U.N.A.M.
Universidad Anáhuac
Certificación por el Consejo Mexicano de Ginecología y Obstetricia
Federación Mexicana de Asociaciones de Ginecología y Obstetricia. Jr Fellow y Fellow del American College of Obstetricians and Ginecologist.
Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia.
Asociación Mexicana de Medicina de la Reproducción.
The American College of Obstetrician and Gynecologist.
Asociación Mexicana para el estudio del Climaterio.
Federación Mexicana de Asociaciones de Ginecología y Obstetricia.
Colegio de Médicos Gineco-Obstetras del Estado de Jalisco.

Contacto:
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BIBLIOGRAFIA.
Ahued R, Fernández del Castillo C, Bailón R.: Ginecología y Obstetricia aplicadas. 2ª. Edición. México. Edit. Manual Moderno. 2003.