Mi nombre es Myriam de Luna y soy
Psicoterapeuta Infantil. Mi trabajo diario me permite acercarme y apoyar a
niños prematuros y a sus familias de diferentes formas. Me ha tocado acompañar
a papás en la UCIN, compartir con ellos técnicas para apoyar a sus pequeños
como el Masaje Infantil, el uso del rebozo y la estimulación temprana. También
me ha tocado atender a niños con dificultades emocionales y de conducta que de
alguna forma están relacionadas con su nacimiento temprano.
He tenido la fortuna de ver crecer a muchos
chiquitos que desde su nacimiento han demostrado ser unos guerreros;
acompañarlos en su desarrollo, compartir sus avances y logros ha sido para mí
una gran satisfacción. De igual forma lo es el poder guiar y orientar a los
padres que encuentran alivio y tranquilidad cuando se les brinda escucha y
comprensión.
Desde el inicio de mi carrera trabajé con
niños, siempre me interesó el desarrollo infantil, encuentro fascinante la
forma en la que un niño puede ver el mundo y para mí el poder ayudar a un
pequeño para que sea feliz y crezca sanamente es maravilloso. La vida escogió
para mí la prematurez como causa y la acogí con mucho gusto desde hace muchos
años.
Sé que para los papás la llegada temprana de
su bebé puede llegar a ser un acontecimiento diferente a como lo esperaban.
Pueden aparecer muchas emociones encontradas, alegría por el nacimiento,
angustia por la salud de su hijo, estrés, ganas de abrazarlo y al mismo tiempo
miedo. Cuando los bebés dejan el hospital y están en casa, suelo acompañarlos
para darles el taller de masaje infantil. En esos encuentros me gusta ser una
escucha para los padres, en especial para las mamás que tienden a platicarme
como ven a sus bebés, si son tranquilos o inquietos, si tienen un carácter
fuerte y de quien lo heredaron, como duermen, como comen, si hacen ruidos o
muecas, cuánto pesan, cuánto miden, cuánto han crecido. Comparto experiencias,
dudas, nos reímos de lo agridulce del puerperio y entre una cosa y otra el bebé
recibe su masaje. Así, entre pañales y
sabanitas con olor a leche, las mamás me van narrando su experiencia en el
hospital, el nacimiento, las visitas y la llegada a casa. A veces son historias
difíciles y a veces más llevaderas; creo que como mamá una necesita contar una
y otra vez la historia del nacimiento de su hijo, más aún cuando esta fue en
condiciones especiales ya que ayuda a asimilar la experiencia, a procesarla y a
elaborar el duelo por el nacimiento prematuro. Reconstruir recuerdos a través
de las narraciones es terapéutico en sí. Yo trato de escuchar atenta esas
historias, no las olvido, las atesoro conmigo junto con las historias de todos
los niños que atiendo y trato siempre de preguntar a la mamá ¿cómo está ella,
cómo se siente? El puerperio no es cosa fácil y la prematurez no siempre da
chance de que este transcurra de forma natural. Veo que las mamás esperan el
día del masaje con entusiasmo, creo que encontrar un espacio para platicar y
para conocer nuevas formas de interactuar con el bebé les motiva mucho, esa
oportunidad que da el masaje de aprender de tu bebé. Y luego el rebozo.
Reencontrarte con tu bebé pegadito a ti, casi como si estuviera otra vez en tu
vientre, así calientitos, cerquita. Y enseñarles como mágicamente con el rebozo
los bebés se calman, se duermen casi instantáneamente. Después de momentos
álgidos de llantos y desesperación en donde a veces las mamás creen no saber
que tiene el niño, intentado de una y de otra forma que se calmen, el rebozo es
otra forma de apoyar a las mamás en su maternidad, de devolverles la seguridad
de poder atender a sus bebés. Me siento tan feliz cuando dejo a una mamá con su
bebé enrebozado, tranquilito y dormidito y ella encantada de saber que podrá
tomarse unos minutos para descansar mientras tiene a su nene en el pecho.
Ya en el consultorio, me toca ver a los niños
más grandes, en ocasiones los niños prematuros presentan dificultades en la
regulación de impulsos, irritabilidad o déficit de atención. Es frecuente que
los papás no relacionen la prematurez con los síntomas que presentan sus niños.
Encontramos en el juego formas divertidas para controlar emociones y conductas.
También apoyo a los papás de niños entre un año y dos ofreciéndoles
orientación. Encontrar formas para lidiar con los berrinches y a enseñarle a
sus niños formas para autorregularse los suele tranquilizar.
Amo mi trabajo. Más cuando tengo chance de
ver después de cierto tiempo que el granito de arena que aporté en el
desarrollo de un niño ha tenido frutos. Agradezco cada oportunidad de poder
apoyar a los niños y a sus familias.
Si eres mamá de un niño que nació prematuro y tienes dudas respecto a su desarrollo o buscas asesoría o acompañamiento emocional, no dudes en consultar con un especialista en el área de psicología infantil. Estamos para ayudarte.
Mtra. Myriam de Luna
Psicoterapeuta Infantil