La canasta de los tesoros



La canasta de los tesoros es un rico recurso de estimulación temprana para todos los bebés. Esta actividad consiste en colocar objetos cotidianos con texturas variadas  en una canasta redonda y permitirle al niño exploralos libremente, se puede llevar a cabo cuando el niño ya se puede sentar solo, dependiendo de la etapa del desarrollo en que se encuentran será el tipo de exploración que establezcan.


Elinor Goldschmied, quien propone esta divertida actividad, sugiere que la canasta sea redonda y tenga por lo menos 351mm de diámetro y de 101 a 125mm de profundidad. Esto es con el objetivo de que los niños alcancen el material que hay dentro, la forma redonda favorece la postura al estar sentados.


Tocar y explorar los objetos de la canasta resulta en los siguientes beneficios para los niños: 

  • Estimula los sentidos debido a la variedad de texturas, colores y tamaño de los objetos.
  • Desarrollo de la atención y la concentración.
  • Practicar las habilidades motrices finas así como la coordinación ojo-mano.
  • Tomar decisiones simples y desarrollar preferencias.
  • Explorar y desarrollar diferentes maneras de aprender.



La idea de la canasta de los tesoros es proveer una gran variedad de experiencias sensoriales al utilizar los ojos, las manos y la boca para explorar los objetos. Los niños prematuros, al igual que los nacidos a término, necesitan esta estimulación cuando están listos para salir y explorar el mundo.

El papel del adulto es acompañar al niño durante el juego de manera pasiva, es decir simplemente estar presente sin guiar o intervenir en sus decisiones, los contenidos de la canasta se deben revisar periódicamente para asegurar el bienestar de los niños y obviamente al terminar cada sesión los objetos se deben limpiar y si es necesario desinfectar. 

Algunas sugerencias de objetos para la canasta son:
  • Objetos de cocina: Cucharas de metal y de madera, pequeños frascos de vidrio, esponja para lavar trastes, exprimidor de limones, rodillo, cepillo para lavar verduras, vasos de plástico, etc.
  • Objetos del baño: Esponja, jabonera de plástico, toalla de manos, espejo pequeño, etc.
  • Objetos naturales: Piedras, bellotas, plumas, fruta, etc.   
  • Otros: Esferas de metal, cilindros, mascadas, cadenas de metal.


Esta actividad es bastante económica pues se puede iniciar con objetos que ya se tengan en casa, pero sobre todo, armar la canasta poco a poco, puede ser muy divertido para los padres, lo más importante es utilizar la creatividad tratando de elegir objetos estimulantes para el bebé.

El bebé prematuro hospitalizado necesita la presencia sin restricciones de sus padres


Los seres humanos, al igual que muchos mamíferos,  hemos sido diseñados para estar en constante contacto con nuestro cuidador primario; esto asegura nuestra supervivencia y promueve nuestro desarrollo, por lo tanto la separación del niño y los padres, en especial de la madre, es percibida por el organismo como una situación amenazante, lo que activa una señal de alarma  y en consecuencia eleva los niveles de estrés en el neonato. 

La separación materno-infantil ha sido extensamente estudiada, tanto en humanos como con roedores y primates, sin embargo principios comunes en el campo de la biología nos permiten hacer generalizaciones entre especies mamíferas (Center of the Developing Child at Harvard University, 2005). El Dr. Michael Meaney (2005) en sus estudios con roedores ha demostrado que no solamente la privación de cuidados maternos sino también la calidad de los mismos impactan la neurobiología del manejo de estrés.  Ya en los años setentas Harry Harlow había demostrado, mediante sus experimentos con monos Rhesus,  que la separación entre la cría y la madre provocaba en la cría comportamientos anormales, hoy también sabemos que esa primera interacción, o la falta de ella, juega un papel importante en la puesta de caminos neuronales, es decir; estas primeras experiencias sociales impactan la neurobiología del cerebro humano.

Los cuidados paternales positivos ayudan a regular la producción de hormonas de estrés (Center of the Developing Child at Harvard University, 2005), asimismo las actitudes maternales como el arrullo, el contacto piel con piel, la lactancia  y otras favorecen la secreción de oxitocina, hormona que juega un papel importante en la disminución de los niveles de estrés y favorece la formación del vínculo afectivo. A su vez los vínculos afectivos sanos y fuertes entre padres e hijos son factor de salud emocional y física, padres atentos y bien informados son eficientes en la atención de sus hijos, proveen un ambiente rico en experiencias sensoriales y responden oportunamente a las demandas del desarrollo de sus hijos.

Favorecer la presencia constante y activa de los padres en UCIN tiene beneficios inmediatos para el neonato como la disminución de niveles de estrés (Gitau, Gianakoulopoulos, Bond, & Glover, 2002) y aumento de peso (POPPY Steering Group, 2009) y beneficios prolongados como reducción en la necesidad de re-hospitalización y reducción en la morbilidad a largo plazo (POPPY Steering Group, 2009). Los padres también se benefician al participar activamente en la protección y cuidados de sus hijos,  lo que puede ayudar a reducir la depresión materna y aumentar su familiaridad con el niño (Feldman 2002 citado por Mendizábal 2011). La presencia constante de la madre en la unidad también puede ser un factor que ayude a establecer la lactancia cuando el niño se encuentre listo para ella. 

Incluir a los padres activamente en los cuidados del niño hospitalizado significa mantener una comunicación clara y respetuosa así como hacerlos parte de la toma de decisiones   en el tratamiento del niño, darles acceso sin restricciones para estar con su bebé, brindarles oportunidades de participación en actividades propias de la crianza como el baño y  el cambio de pañal, favorecer un ambiente de intimidad y promover contactos piel con piel, enseñarlos a entender las señales de estrés y placer de su hijo así como estrategias para ayudarlo a mantener la estabilidad como un adecuado posicionamiento y modulación ambiental.    Para lograrlo es esencial crear conciencia entre el personal de UCIN que la presencia de los padres es benéfica para el neonato, explicar a los padres qué esperar mientras su hijo se encuentra hospitalizado, brindarles información por escrito sobre las características del niño pretérmino, asignarles un rol determinado de manera que sientan que su presencia es útil, enseñarles a tocar a sus hijos sin miedo pero sobre todo saberse bienvenidos y apreciados en la unidad. El papel del personal de UCIN debe ser de facilitación en la construcción de vínculos afectivos entre padres e hijos. 

Incluir a los padres de familia en la protección y cuidados de sus hijos es un predictor de salud mental tanto para el niño como para los padres, es un predictor de salud física y de una mejor calidad de vida para la familia.  ¿Será suficiente luchar por salvar la vida del niño pretérmino? O ¿será momento de empezar a pensar en atender las necesidades psicosociales del niño y la familia en UCIN?


Por: Rosy Mendizábal
Miembro de un equipo de investigación sobre estrés y dolor en neonatos pretérmino,
St. Mary’s Hospital, Londres.