Los
resfriados y las gripas, que pueden ser molestos o no, en niños mayores, en
recién nacidos y sobre todo en prematuros pueden preceder enfermedades más
serias.
Los
papás de estos niños saben que una gripa común, puede llevar a sus hijos al
hospital, y por eso se preocupan, no sin razón, cuando aparecen los primeros
síntomas.
Suceden
varios eventos que pueden poner en aprietos a estos pequeños, uno de ellos es
que el ser humano sólo puede respirar por la nariz durante los primeros 6 meses
de vida.
Pero
volviendo a que sólo pueden respirar por la nariz, cualquier secreción que la
tape, como en las rinofaringitis o “gripas”, puede dificultar la respiración
pulmonar.
Si
los recién nacidos a término tardan alrededor de 6 meses para poder usar la
boca para respirar, los prematuros tardarán, además de esos 6 meses, los meses
que se adelantaron en nacer temprano.
Por
lo que, pueden aumentar su esfuerzo por respirar para romper este obstáculo
nasal.
Es
necesario tratar de aspirar la nariz de esa secreción con una pequeña bombilla
de succión, las veces que sea necesario ya que hay que recordar que sólo por la
nariz respiran.
Existen
además sustancias que producen vasoconstricción que pueden aumentar el tamaño
de los conductos al disminuir el tamaño de los vasos sanguíneos nasales y
podrían además disminuir la secreción.
Manteniendo
sin secreción las narinas, el bebé también puede comer ya que si tiene problema
entre comer y respirar, el bebé prefiere lógicamente respirar.
En
todo caso, si su bebé se ve desesperado por respirar debe ser llevado a un
pediatra o neumólogo pediatra de inmediato.
El
segundo evento que puede suceder, es que unos bronquios previamente inflamados
(lo que es frecuente en prematuros) presenten broncoespasmo con lo que al bebé
puede empezar a silbarle el pecho y aparecer dificultad para respirar.
Esto
requiere de acudir a un servicio de urgencias. Los bebés de menos de 6 meses de
edad y más los prematuros, pueden agotarse más rápido. En estos servicios
frecuentemente se usan nebulizaciones para dilatar o abrir los bronquios para
poder seguir respirando con normalidad.
Un
buen tratamiento antiinflamatorio de bronquios puede disminuir o aún hacer
desaparecer estos eventos desencadenados frecuentemente por gripas.
Otras
complicaciones de gripas como neumonías suelen manifestarse por fiebre durante
varios días y darle apariencia al bebé de muy enfermo, inactivo y perder
reactividad a lo que lo rodea. En general, entre más pequeño y menos edad tenga
su hijo, mas pronto debe ser llevado al médico, sobre todo si:
- La fiebre no cede con la medicación para la temperatura
- Aparece coloración azulada de labios y uñas
- Muestre poca reactividad a estímulos habituales
- Se esfuerce al respirar (o se le noten más sus costillas al hacerlo)
- Muestre algún período de apnea o respiración irregular
Recuerde
el verso: “Ante la duda, mejor acuda”
“Porque respiro, existo”
Dr.
Pablo Cortés Borrego
Médico
especialista en neumología y neumología pediátrica.
Contacto
Twitter: @Pablo_NeumoDoc.
Email: ndocpcb@yahoo.com.mx
Teléfono:
(55)55281412