Apnea en el prematuro


Apnea se refiere a la suspensión de la respiración por 20 segundos o más. También se considera apnea si la suspensión de la respiración es de menos duración (aún de 10 segundos), cuando se acompaña de coloración azulada de labios, lengua y uñas (mucho más si es en todo el cuerpo) o bien de disminución de la frecuencia de latidos cardíacos.

La apnea puede ser el síntoma inicial de una bronquiolitis en algunos lactantes. Ocurre generalmente durante el sueño y suele presentarse durante la primera semana de la enfermedad.

La causa está relacionada probablemente con la inmadurez del control respiratorio cerebral, pero también puede relacionarse a fatiga, aumento del trabajo respiratorio y a baja de oxígeno en sangre. Desaparece generalmente después de 48 horas pero debe vigilarse en una unidad de cuidados intensivos pediátricos, ya que ahí se pueden conectar a monitores que verifican las 24 horas que realmente se de la respiración, y si llega a faltar suenan alarmas que alertan al personal.

La coordinación entre cerebro y sistema respiratorio es fundamental. El cerebro recibe señales de la sangre para respirar más o para disminuir la frecuencia respiratoria, el cerebro, por tanto, regula el ritmo de la respiración.

El centro cerebral respiratorio responde a elevaciones bióxido de carbono de la sangre así, cuando aumenta, se incrementa a la par, la frecuencia y profundidad de las respiraciones. La exhalación después de inhalaciones profundas es un método muy efectivo para liberar al cuerpo del bióxido de carbono que se produce en cada célula al llevar a cabo sus funciones.

El segundo estímulo para que se produzca la respiración, es que el oxígeno en sangre baje, por lo que en la Ciudad de México, por haber menos presión de oxígeno dada su altura, respiramos un poco más que quienes viven a nivel del mar.

Las variaciones del oxígeno en la sangre son detectadas por unos sensores que tiene el ser humano, cercanos a grandes arterias en el tórax. Estos sensores detectan principalmente bajas en oxígeno y mandan estímulos al cerebro para aumentar la respiración.

Todos estos sensores y conexiones se desarrollan antes y después del nacimiento por lo que los prematuros tienen desventaja en la integridad del sistema  sensores-cerebro-aparato respiratorio.

Dado lo anterior, en algunas ocasiones a pesar de existir dichos estímulos para la respiración, los circuitos pueden fallar, sobre todo en los casos de infecciones como la bronquiolitis que pueden acompañarse de apneas.

Los niños prematuros y los recién nacidos a término que presenten apneas, deben ser monitoreados en una unidad de cuidados intensivos ya que las apneas son peligrosas.

Las apneas pueden ser tratadas con algunos medicamentos que estimulan a la respiración como son la teofilina, cafeína y doxaprán. Y por otro lado buscar el factor precipitante como lo son las obstrucciones de la vía aérea por enfermedad o por malformación congénita.

Es recomendable la evaluación por un neumólogo pediatra y egresarlo de la terapia intensiva cuando exista evidencia suficiente de que las posibilidades de que se presente la apnea sean remotas.


“Porque respiro existo”
Dr. Pablo Cortés Borrego
Médico especialista en neumología y neumología pediátrica.
Contacto:
Twitter: @Pablo_NeumoDoc.
Email: ndocpcb@yahoo.com.mx
Teléfono: (55)55281412


¿Cómo y cuándo introducir los primeros alimentos?

La ablactación es el proceso gradual de introducción de alimentos distintos a la leche. En México, y en el mundo, existen maneras muy diversas de hacerla, dependiendo del contexto social y familiar (indicaciones de pediatra y personal de salud, consejos de amigos y parientes, costumbres, creencias, etc.). Nuestra meta como padres es que sea flexible y lo más importante, una experiencia gozosa, tanto para nuestros hijos como para nosotros mismos.

La Encuesta Urbana de la Ciudad de México en 2002 reveló que la ablactación se empieza en nuestra sociedad a los 4.3 meses de edad y en el medio rural a los 5.1 meses. Esta información nos hace suponer que un número importante de niños son ablactados antes de los cuatro o cinco meses de edad, lo que representa una tarea difícil de revertir a corto plazo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que ésta se inicie a los seis meses de vida, después de lactancia materna exclusiva (esto es, sin ningún otro líquido, ya sea agua, jugos o tés, únicamente medicamentos y vitaminas), así como que nunca deberá de empezar antes del cuarto mes (en el caso de los bebés que no son amamantados).

Algunos autores, en este sentido, enfatizan que el bebé humano podría ser alimentado exclusivamente con leche materna hasta los dos años (Laura Gutman, La revolución de las madres, 2008). No es lo que debería de hacerse, sino que el bebé estaría preparado fisiológicamente para crecer y madurar aunque no obtuviera algún otro alimento. Como nutrióloga considero que la primera pauta para introducir un alimento sólido es que el niño lo reclame, que la ablactación suceda naturalmente. De esta forma, si al cumplir seis meses observas que tu bebé está ansioso por arrebatarte la comida de la boca, entonces quiere decir que está listo!
En la realidad, el personal de salud y todos en general, tenemos opiniones muy variadas sobre la ablactación y en muchas ocasiones hasta contradictorias y, tomando esto en cuenta, quiero hablar de lo que considero que no debe cambiar, en lo que todos tendríamos que estar de acuerdo!

La alimentación inicial es COMPLEMENTARIA a la leche materna (o fórmula), la leche sigue siendo el alimento principal y los demás alimentos complementan la lactancia hasta el año de edad.
No forzar al bebé, hacerlo como un juego: permitir explorar, tocar, elegir y en especial DISFRUTAR. La ablactación en esta etapa de la vida del niño tiene una función educativa, más que nutritiva. Permitirle que disfrute  su primera experiencia con la comida, lo cual es importante para el posterior gusto por ella.
Tener en mente que en la alimentación hay dos papeles con sus respectivas responsabilidades. Los padres procuraremos ofrecer calidad y variedad en alimentos y los bebés decidirán qué comen, cómo lo hacen y la cantidad. Los hijos son capaces de regular, sin nuestra intervención, sus gustos y necesidades.NO TE PREOCUPES si tu bebé acepta poco, tu labor es proveer alimentos saludables y dejar a él elegir la cantidad.

Repetir un alimento nuevo por varios días, sin mezclas, para observar sus reacciones en el intestino y si el bebé podría ser alérgico o no a un determinado alimento.

¿Con que alimento iniciar? No existe un concenso, la investigación muestra resultados diversos. Si tu bebé padece alergias o algún tipo de problema digestivo, podrías ser más cauteloso y sino es el caso, un poco más relajado. Tradicionalmente en nuestra cultura, las frutas y verduras son la primera elección, de hecho la Norma Oficial Mexicana 043 de Introducción de alimentos distintos a la leche recomienda iniciar con estos alimentos, posteriormente cereales y leguminosas y más adelante alimentos de origen animal y lácteos. Con trabajo conjunto entre nutriólogo, pediatra y tus preferencias alimentarias (basadas en buenos hábitos de alimentación)  podrás hacer tu elección.

No ofrecer alimentos procesados, prepararlos en su forma natural, sin sal y azúcar añadidas,  la intención es que el bebé conozca el sabor del alimento por sí solo, sin aditivos, colorantes, sal o condimentos.

¿que es mejor, papillas o no papillas? Depende de tu bebé y de tí, en tu pequeño (a) si  hay alguna dificultad para tragar, masticar o deglutir. Para los padres, considero que lo mejor es lo que los haga sentir tranquilos y confiados, ya que eso se transmite al bebé, quién al sentir esa seguridad, acepta gustozo y sin miedo nuestra decisión. En mi experiencia profesional y personal he aplicado ambas opciones,  o más bien, mi estrategia fue introducir un alimento en todas sus presentaciones: papilla, entero, crudo, cocido, en trozos, en jugo, etc.

Hasta después del año de edad se podría empezar con los siguientes alimentos: huevo, sal, azúcar, cítricos, maíz, trigo, chocolate, lácteos, mantequilla de cacahuate, etc.
Un recurso que podría ser útil si deseas tener mayor información es la Norma Oficial Mexicana 043 de Introducción de alimentos distintos a la leche, la cual ya cité anteriormente. Se encuentra disponible en internet.

Lic. Amaranta Vega
Nutriologa