Las
complicaciones respiratorias crónicas de la prematurez comprenden una gran
variedad de problemas no sólo funcionales sino también del desarrollo de vías
aéreas y alvéolos, generando incluso alteraciones anatómicas que pueden ser
desde muy leves hasta ser muy delicadas.
El típico niño
con complicaciones respiratorias crónicas de la prematurez es aquel que por
definición nació de un embarazo antes de término, con menos de 2Kgs. de peso,
que ha necesitado ser intubado y con ayuda de un respirador artificial
(ventilador mecánico) así como oxígeno suplementario en grandes cantidades.
Suele vivir
con aumento de las respiraciones por minuto, con retracciones torácicas
intercostales que manifiestan su aumento del trabajo respiratorio y muestran
además grados variables de disminución de oxígeno en sangre (mostrando que ni
aún ese aumento del esfuerzo, suele poder corregir la entrada de oxígeno desde
los pulmones a la sangre) y que requiere de oxígeno suplementario (por puntas
nasales) por un período de por lo menos 4 semanas posteriores al nacimiento.
El niño puede
comer poco y su ganancia de peso ser inadecuada. Y por si fuera poco, el vómito
y el reflujo gastro-esofágico (también por inmadurez del tubo digestivo) son
comunes en ellos.
Las
exacerbaciones (eventos en los cuales aumentan los síntomas) son frecuentes y
pueden ser peligrosas cuando las ocasionan infecciones por virus como son las
rinofaringitis.
En un estudio de 40 niños nacidos
prematuramente que requirieron ventilación mecánica, 70% tuvieron uno o más
episodios de neumonía y/o bronquitis durante los primeros 2 años.
Dado que
infecciones virales banales pueden ser serias en estos niños, un programa preventivo
de inmunización completo, que incluya la vacuna contra la influenza y el uso de
anticuerpos monoclonales contra el virus sincicial respiratorio, es
recomendable.
Otra
recomendación es acudir a consulta con un neumólogo pediatra para su control, y
ante cualquier variación de los síntomas, por ejemplo, aparición de moco nasal
cristalino, o cualquier aumento de la tos, acudir inmediatamente a consulta.
Es posible que
su neumólogo ataque el problema desde varias perspectivas y no se limite a la
simple tos, sino que tome otro tipo de medidas tales como alimentarias,
infectológicas, antiinflamatorias, broncodilatadoras, así como preventivas de
otra índole, etc. Para lograr el equilibrio necesario para un mejor desarrollo.
Hay que
recordar que los males respiratorios de estos niños prematuros suelen ser
intensos durante los primeros 2 o 3 años, pero que se pueden minimizar y lograr
vidas prácticamente normales, con los cuidados adecuados.
“Porque
respiro existo”
Dr. Pablo Cortés Borrego
Médico especialista en neumología y
neumología pediátrica.
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@Pablo_NeumoDoc.
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