Conforme
avanza la ciencia y la medicina tenemos más niños que sobreviven a un
nacimiento antes de tiempo. Antes, la mayoría moría en los primeros momentos o
días después de nacer, ahora gracias a mejores técnicas de ventilación mecánica
(respiración artificial) y a un mejor entendimiento de lo que les sucede, hay
más sobrevivientes afortunadamente.
Sin
embargo, muchos padres sufren de una gran angustia por ver los esfuerzos de sus
hijos prematuros por sobrevivir y por sentir que no pueden dar la ayuda que
ellos quisieran.
Estos niños, siempre heroicos, pueden sufrir de muchas cosas, pero de lo que más sufren, es de problemas respiratorios. Los pulmones son de los órganos que más se tardan en madurar dentro del útero materno y al nacer suelen requerir apoyos respiratorios intensos.
Paradójicamente,
requieren oxígeno en grandes cantidades para sobrevivir, y este oxígeno (a esas
altas dosis) le hace daño a los pulmones que aún están en fase de rápido
desarrollo.
Suelen ser niños que se infectan fácilmente, que les silba el pecho con frecuencia, que aumentan su esfuerzo para respirar en ocasiones y algunas veces el oxígeno de su sangre no llega a la normalidad. Todo esto tiene un gasto de energía enorme que consumen sólo con respirar, en lugar de consumirlo en ganar peso o en otras necesidades, y tampoco ganan la fuerza muscular que necesitan para respirar mejor.
Pequeñas
mejorías en la respiración se ven reflejadas en grandes adelantos en la salud
general de estos niños y en su calidad de vida así como en la de sus padres.
“Porque respiro, existo”
(Esta
frase, que se inventó para mis Blogs como una pasión personal, nunca quedó
mejor que para estos niños).
Dr. Pablo Cortés Borrego
Médico especialista en neumología y
neumología pediátrica.
Contacto:
Twitter:
@Pablo_NeumoDoc.
Email:
ndocpcb@yahoo.com.mx
Teléfono: (55)55281412
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