El uso del Rebozo y sus ventajas


Iniciamos Octubre festejando el mes del porteo  y para ello nuestra querida colaboradora Ariadna Solís escribe un artículo sobre las ventajas del rebozo.

El uso del rebozo y sus ventajas

El uso del rebozo tiene muchas ventajas a las que afortunadamente hoy en día tenemos acceso.

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La crianza con apego se comenzó a estudiar en los años 50 a partir de algunos estudios que realizó el psicólogo inglés John Bowlby. Él publicó un artículo llamado  “The Nature of the Child's Tie to his Mother" , en donde habla del “apego” como concepto. El apego es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus cuidadores o figuras maternas/paternas y que le proporciona la seguridad emocional indispensable para un adecuado desarrollo de la personalidad. El apego proporciona seguridad emocional al bebé, ya que desde que nace se siente aceptado y tiene un mejor proceso de adaptación al medio.

Las conductas de los bebés buscan establecer un vínculo con sus padres y a partir de este relacionarse con el mundo. En la medida en que este vínculo esté bien establecido, el niño crecerá emocionalmente más sano y su desarrollo será más natural e integral.

Otra figura importante dentro de la teoría del apego es la psicóloga estadounidense  Mary D. Salter Ainsworth que, al igual que Bowlby, realizó estudios científicos con animales como aves y mamíferos. La teoría formulada por John Bowlby y Mary Ainsworth sobre el  vínculo afectivo que se establece entre madre e hijo es un planteamiento teórico de mucha fuerza en el área del desarrollo socio-emocional. Con el paso del tiempo esta teoría se ha fortalecido y enriquecido gracias a una gran cantidad de investigaciones realizadas en los últimos años que la han convertido en una de las principales áreas de investigación evolutiva. Esta teoría está basada en observaciones naturalistas y en una extensa investigación empírica.
Estas investigaciones han ayudado a determinar que el estado de seguridad, ansiedad o zozobra de un niño o un adulto es determinado en gran medida por la accesibilidad y capacidad de respuesta de su principal figura de afecto. Es importante mencionar que esto se establece únicamente durante el primer año de vida, pero repercute en la adultez de manera crucial.
El desarrollo neurológico, que ocurre en el niño en los 2 primeros años de vida, cumple fielmente los principios generales del desarrollo. La integración y especialización de funciones que ocurren, están programadas genéticamente y no son independientes de factores del ambiente, los que actúan como agentes de estimulación. Durante estos primeros 2 años el cerebro del bebé triplica su tamaño. Las neuronas se conectan entre sí creando una sinapsis; esta sinapsis es la que determina el correcto funcionamiento cerebral, son vitales tanto para el desarrollo normal como para el proceso del aprendizaje. Al interactuar el individuo con el ambiente, toma informaciones de él, las procesa y las almacena, activando así toda una red. Es importante remarcar que este proceso necrológico se ve reforzado por el apego; la influencia directa que tiene sobre el desarrollo cerebral es crucial. Por esta razón es tan importante que se cree este vinculo afectivo durante estos primeros dos años de vida, ya que repercutirá no solo en la edad preescolar, sino e a adolescencia y hasta en la edad adulta.
Los bebés no se “acostumbran al los brazos”, como es conocido el dicho, los bebés necesitan ser cargados. Es la manera de establecer un vínculo y de alguna forma hacer una “extensión del embarazo”. Dentro de la teoría de la evolución podemos  ver la forma de la pelvis y cómo ha cambiado desde que la especie humana se irguió. Los mamíferos, al caminar en 4 patas, tienen su centro de gravedad distribuido de una manera diferente a la del ser humano. La pelvis de un chimpancé (el primo más cercano al humano), empezó a modificarse con la evolución, ya que el centro de gravedad  hombre cambió radicalmente al erguirse. Ahora la pelvis es más ancha a la entrada (huesos iliacos) y más angosta a la salida; esto es para contener mejor los órganos abdominales, incluyendo el útero y todo su peso cuando una mujer está embarazada. Al suceder esto el embarazo se tuvo que hacer más corto; la bipedestación implica una posición de la pelvis, que tiende a que las crías nazcan "prematuras", de otra manera sería imposible pasar por la pelvis o el canal de parto. Un mamífero común tarda minutos en ponerse de pie, el humano tarda alrededor de un año.
Es por esto que cargar a nuestros hijos es la manera más natural de complementar su desarrollo. Cargar a un bebé al rebozo no solo ayuda al proceso neurológico, también es una manera de conformar la seguridad que este nuevo ser humano necesita. El bebé en el rebozo está cerca del corazón de su mamá, por lo tanto los latidos y sonidos que escucha le son familiares; el vaivén es natural; la respiración, el calor y la contención son elementos que lo regresan al vientre materno.
Los bebés que viven esta experiencia son bebés física y emocionalmente mas sanos, lloran menos, conforman su independencia más rápida y sólidamente, duermen mejor y su desarrollo es más integral y oportuno. Las mamás que cargan a sus bebés en rebozo aprenden a conocerlos mejor y a identificar sus necesidades incluso anticipadamente. El soporte que brinda tanto al bebé como a la mamá es el adecuado, ya que el peso está correctamente distribuido y la posición de “ranita” es la que los bebés necesitan los primeros meses de vida. Su Columba y cabeza están bien sostenidas, la cadera adopta una posición natural que previene la displasia, estar verticalmente ayuda a la prevención de cólicos y reflujo y el contacto favorece la lactancia, así como el vínculo afectivo y el apego. La segregación de hormonas se incrementa y esto da a ambos una sensación de bienestar, por lo tanto disminuye considerablemente el riesgo de padecer una depresión post-parto o ayudar contrarrestarla. Además de ser muy práctico el rebozo no solo es utilizado por las madres, sino que también le da la oportunidad a los papás de generar su propio vínculo afectivo y disfrutar de su hijo desde otra perspectiva; involucrándolo más y permitiéndole ser parte de este desarrollo integral y familiar.
Los beneficios del rebozo pueden ser infinitos a corto, mediano y largo plazo, pero lo más importante es entenderlo como un vehículo de amor sin medidas.

L.D.T. Arianda Solís Rodríguez
(55)34869911
ariadna@novepiu.com.mx
www.novepiu.com.mx

 

REFERENCIAS

http://personalabp.blogspot.mx/2007/11/evolucin-humana.html

http://redescolar.ilce.edu.mx/redescolar/act_permanentes/historia/histdeltiempo/mundo/prehis/t_evolu.htm

Bowlby, J. (1985). La separación afectiva. Ediciones Paidos: Barcelona.
Brazelton, T. y Cramer, B. (1993). La relación más temprana. Padres, bebés y el drama del apego inicial. Ediciones Paidos: Buenos Aires.

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